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martes, 9 de diciembre de 2008

Reflexiones por los valles- La Puerta - Luracatao

"Este viaje me sirvió mucho para familiarizarme con lo que implica la educación rural. Por ahí muchas veces tenemos idealizados esa labor, pero uno solo logra comprender todo lo que ella involucra cuando hace la experiencia de ese trabajo.
Aunque me afecte, y me desesperance, esta es nuestra realidad. Es la realidad que viven día a día miles de docentes y niños/as que se encuentran entre los cerros, rodeado de la grandeza que nos regala la madre tierra, escribiendo en pizarras de tizas, en cuadernos amarillos, leyendo libros de ediciones antiquísimas, caminando horas para ir a tomar clases, subiéndose a un lomo de burro para llegar al lugar de trabajo, sufriendo el viento helado que agrieta las mejillas, o el sol incandescente que quema y broncea las pieles... y yo... aquí. .. en casa, frente a un monitor de PC escribiendo, escuchando los ruidos de los autos pasar, y mañana cuando me levante, abriré una heladera y desayunaré, pensaré en lo que me puedo poner y luego ... tomaré un micro para llegar a mi facultad y continuar así con la rutina de mi existencia. Y... ¿será así la vida? En esta historia... ¿quién es el personaje feliz? ¿Sabrá alguien si algún día los hombres lograrán la igualdad de posibilidades? ...
No sé, pero de lo que si estoy segura es de que el pequeño esfuerzo que pueda realizar desde el lugar en el que me encuentro, de estudiante, nunca será en vano; que los avatares que sufren los docentes en el trabajo de la educación rural tampoco lo son, y de que mientras siga brillando esa pequeñísima luz de lucha y revolución en los espíritus inquietos, una sonrisa de un niño/a, de un joven, de una joven, de una mujer, de un hombre, brillará y relucirá como el agua del río que corre entre la inmensidad de los cerros."
Rita - est de Filosofía. UNSa

miércoles, 3 de diciembre de 2008